Muchos se preocupan por dañar los bordes de plástico o las piezas estéticas. Esta espuma suele estar formulada para no afectar plásticos si se usa correctamente (no dejarla mucho tiempo, evitar contacto con plásticos translúcidos).

En climas húmedos o lluviosos, los agentes ambientales reducen el efecto protector. Normalmente el brillo puede mantenerse unas semanas si no se lava muy seguido, pero los rayos UV o humedad constante lo desgastan más rápido.

Lo ideal es primero eliminar barro, suciedad gruesa o lodo. Aplicar la espuma sobre una superficie demasiado sucia reduce su eficacia; los acondicionadores no penetran bien si hay mucha suciedad adherida.

Sí, una de las funciones principales de muchas espumas protectoras es incorporar agentes bloqueadores UV que ayudan a retrasar el daño causado por el sol, la decoloración y las grietas en el flanco.

En zonas con temperaturas altas o sol fuerte, el producto tiende a degradarse más rápido. Es recomendable reaplicar con más frecuencia si se expone mucho al sol o al calor intenso.

Sí. Se recomienda aplicar con aerosol, manteniendo cierta distancia, sobre llantas limpias, dejar secar 5-10 minutos. No se necesita pistola especial, solo aplicar de forma uniforme.